(Correo del Orinoco)-. ¿Qué es el Socialismo del siglo XXI? Pues, un país pleno, un país con educación de calidad para todos y todas, salud para todos y todas; un país donde nadie pueda chantajear a un pueblo con sanciones, con bloqueos, dice el ministro de Planificación. El mejor anillo de seguridad que tenemos es el pueblo, es la sed y voracidad de querer soñar y construir futuro
Ricardo Menéndez, ministro del Poder Popular de Planificación, desgrana algunos conceptos para despejar una suerte de acertijo acerca del significado del “Socialismo del siglo XXI”, incógnita que ha quitado el sueño a más de un sesudo analista de la derecha, y que genera temor en los apellidos y las clases dominantes. A Menéndez se le preguntó: ¿El “Socialismo del siglo XXI es lo mismo que Estado Comunal o Poder Popular?
El ministro se toma unos segundos como para consultar interiormente, y luego responde. Su respuesta se transcribe totalmente sin quitarle una coma:
“El Socialismo del siglo XXI, como decía el Comandante Chávez, es una construcción de la democracia directa. A él le gustaba el término de democracia radical, que corresponde constitucionalmente a la visión participativa y protagónica. El comandante Chávez refería que tenía que desbordar las cinco dimensiones de la existencia de la sociedad. Es decir, que tenía que haber democracia plena para todos en lo social, tenía que haber democracia plena en la cultura, en lo económico, en lo espacial. Evidentemente, cuando hablamos de la referencia de lo territorial, estamos hablando de la arquitectura del Estado, y parte enorme de la arquitectura del Estado consiste en que, si tenemos un espacio de convivencia, que tiene que ver con la comunidad, ese es un espacio donde tiene que haber un ejercicio de la democracia, como primera escala donde ocurre la nación. La nación ocurre donde vivimos cada uno de nosotros, donde tenemos las relaciones cotidianas. Hay una escala de la nación, porque la nación son los individuos, los seres humanos, son los que viven dentro del territorio con la configuración que puede tener el Estado, la organización del país, pero, al fin y al cabo los países somos los seres humanos, los que habitamos dentro del ejercicio de esa nacionalidad, entonces, existimos en la escala de la comunidad, en la escala del sector urbano, la comuna y luego lo que es la subregión, la región y la visión del Estado nación como tal, es decir, que uno de los aspectos, y no puede ser sorpresa para nadie, que planteara el Presidente de la República (Nicolás Maduro) hace ya casi tres años en su discurso ante la Asamblea Nacional cuando convoca las 3R. net, refiere una nueva etapa de transición al socialismo y en esa nueva etapa de transición al Socialismo, que es precisamente cuando comienza a ver la inflexión desde el punto de vista de la economía, empezamos a recuperar la economía, pero él dice comenzamos a recuperar la economía pero no puede ser simplemente crecimiento.
Vamos a ir al proceso de refundación de la sociedad, que tiene que ver con la democracia directa. Entonces, el presidente acude a dos vertientes en paralelo. Una de las vertientes es la de la economía, la vertiente de lo que corresponde a la economía y la protección social, y, al mismo tiempo, la democratización plena y absoluta desde el punto de vista de la sociedad, que es un ejercicio de la democracia directa. El ejercicio de la democracia directa es pleno cuando cada uno de nosotros y su espacio que habita son epicentros relacionados con el desarrollo de la sociedad. El sueño del Comandante Chávez, la gran construcción de una sociedad del socialismo del siglo XXI, tiene la visión puesta en las grandes metas que tenemos en el 2025. Estas metas tienen que ver con que no lograron destruir la República, no lograron socavar las bases de la nación y más allá, lo que nos centra precisamente es la transformación del modelo, de la transformación histórica social de una sociedad.
Esa es la trascendencia. Cuando uno se pregunta ¿qué es el Socialismo del siglo XXI? Pues, un país pleno, un país con educación de calidad para todos y todas, salud para todos y todas; un país donde no se acepte que nadie le ponga la guerra económica a una nación, donde nadie puede chantajear a un pueblo con sanciones, con bloqueos. Es el derecho que tenemos todos de crecer con felicidad. Bueno, eso es la construcción del bloque histórico y su misión es precisamente construir el socialismo del siglo XXI”.
Menéndez expone más adelante otras reflexiones que complementan las anteriores: “En la configuración del Estado aspiramos que esté constituido por pueblo, aspiramos que el poder popular sea parte del Estado que estamos edificando”; “El modelo de ellos, la familia de los apellidos, la sociedad civil, plantea el Estado y el pueblo, como una mano de obra; es la democracia liberal. En la democracia directa se dice que es un Estado constituido por pueblo”.
Otra inquietud planteada al ministro de Planificación, apunta a que un sector de la sociedad, como parte de la clase media, sufre de espasmos cuando escucha este tipo de expresiones: socialismo, poder popular, comuna ¿cómo convencerlos?
– Afortunadamente –señala– los términos han cambiado a lo largo del tiempo. Estudios sociales muestran que la opinión que hoy se tiene del Poder Popular es distinta a cuando algunos en el pasado pretendieron demonizarlo. La visión sobre el socialismo se debate en todo el planeta. Cuando a lo largo de todos estos años se ha tratado de encasillar a Venezuela como trasnochada, anclada en el pasado, pues veamos la conducta de Venezuela durante la pandemia ¿qué hizo?
Vemos como con sanciones, con bloqueo, protegió a la población. Creó un manto de protección sobre nuestra nación, y logró los mejores indicadores en cuanto a mortandad en toda la región. Los países que supuestamente eran avanzados sacaron a la calle a los adultos mayores de los hospitales, argumentando que había un problema presupuestario, que no los podían atender, dejándolos que se murieran en las calles, El FMI afirmó, como doctrina de vida, que la longevidad era un problema económico, que tenía que resolverse con menor longevidad para un mejor rendimiento de la economía. Es decir, que afortunadamente la evolución histórica ha permitido ponerle rostro a las cosas y mostrar ejemplos prácticos a la población. En Venezuela hay una revolución que en los años más difíciles y más complicados fue capaz de inventar y reinventar. Hay una oposición que lo que hizo permanentemente fue pedir bloqueos y sanciones a un país. Gente que se mantiene anclada al pasado, mientras hay una revolución que se propone construir el futuro. Es decir, que si algo ha podido mostrar este episodio de profunda agresión en contra de la Revolución Bolivariana, donde se pretendió poner en el banquillo de los acusados el tema, entre comillas, de los modelos, es precisamente desnudar las diferencias que tenemos entre los modelos. Es la diferencia entre los que queremos proteger y creer en desarrollar al ser humanos y los que sostienen que es sencillamente parte de una mercancía, parte de una mano de obra para saciar sus intereses y llenar sus bolsillos. Entonces, el mundo ha podido contrastar esos modelos, lo vio en la pandemia del Covid 19, lo ve con la crisis del cambio climático, lo ve entorno a las dificultades que se plantean en el planeta, lo ve con la guerra en Palestina. Y no solamente es un problema de capitalismo y socialismo, casi que la visión del socialismo pasa a ser una visión de subsistencia y desarrollo para la propia especie humana. Creer en el capitalismo es sencillamente asumir que sucumbe la humanidad.
–¿Cómo encaja el sector privado en todo esto?
–En la concepción que ha asumido Venezuela, hay una economía mixta, una economía con desarrollo inclusivo. Todos los sectores están convocados al desarrollo de la nación. Quien más ha agredido a los factores productivos ha sido la derecha con las sanciones, quien más ha agredido, incluso a empresas internacionales, ha sido el propio imperialismo estadounidense. Es muy cómico y cínico cómo ellos afectándonos a nosotros terminaron afectándose ellos mismos. Nosotros estamos en proceso de crecimiento económico, reducción de las tasas de inflación. Tenemos muchos problemas por resolver para tener mayores ingresos, mejores condiciones para atender a nuestra población, pero estamos saliendo de la peor etapa de la guerra. Quienes nos han hecho la guerra no pueden decir precisamente lo mismo, no pueden afirmar que estén en mejores condiciones desde el punto de vista económico.
Venezuela, a la que se le trató de poner como el paria de toda América Latina, por los propios organismos internacionales, acusa los mayores niveles de crecimiento económico en la región. Para nosotros eso que está pasando es apenas el inicio de algo que se comienza a asomar. Nosotros el crecimiento lo atamos al desarrollo pleno de las condiciones de vida para la población. Esa ruta la estamos transitando y la vamos a continuar construyendo.
–¿Podría explicar cómo convencieron al sector privado económico para que apostara al país?
–Hay varias instancias de trabajo. El Congreso del Bloque Histórico tiene que ver con unas cualidades de convocatoria amplia de todo el que se suma en función de la defensa y desarrollo del país. Puede haber espacio donde no necesariamente todos tienen que estar en el Congreso del Bloque Histórico. En el caso de Fedecámaras y otras organizaciones empresariales se puede trabajar y se debe trabajar como Estado, y no necesariamente formar parte de una misma base política e ideológica. Ahora, nosotros somos un Gobierno que cree en la transformación profunda de la sociedad, y capaz de trabajar con sectores con los que ha tenido diferencias, y tiene diferencias sobre distintos temas, pero siempre que nos convoque la unidad del país, la soberanía, siempre que nos convoque el respeto profundo a la Constitución nacional, va a ver espacio para todas y todos los venezolanos.
En cuanto a los actores involucrados en la configuración de la sociedad, piensa Menéndez que en los componentes no todos tienen que ser iguales. Afirma que el chavismo es una corriente histórica de una fuerza y un vigor descomunal. “Fedecámaras y otros sectores seguramente forman parte de otras corrientes históricas y otros sectores de derecha que están dentro de la sociedad, si se asumen democráticos, dentro del respeto a la nación, no hay ninguna novedad. La novedad apunta a quienes piden invasión al país, los que planifican el magnicidio, la novedad está con quienes desean poner a pasar hambre a nuestro pueblo, o con quienes no respetan los resultados electorales que se formularon. y que un año antes de la convocatoria estaban pidiendo la intervención de la República. Yo diría que hay una primera parte que es la construcción del bloque histórico, donde estamos nosotros.
Nuestro modelo es democrático, de inclusión, no somos lo que ellos fueron en la cuarta república. Avanzamos en nuestro proceso histórico y en esa medida podemos coexistir con las demás fuerzas. Ahora, si hay una contienda electoral, vamos a buscar ganar la mayoría de votos”.
– ¿Qué anillos de seguridad se tienen?
– Hay un anillo de protección muy bello, convocado por el Presidente, que es precisamente el propio pueblo. El anillo de protección como sociedad es nuestro pueblo, es el bolivarianismo, es la concepción profunda de lo que es una democracia. Es la sed y voracidad de construir futuro, de querer tener futuro, de querer soñar y construir futuro. Esa visión permite ver cómo un pueblo ha aguatado.
En parte se debe al liderazgo del presidente. Hay que ser mezquino para desconocer la fuerza de ese liderazgo histórico del Presidente. Un pueblo que se asume bolivariano, un pueblo que su tema no es el hoy, que su tema no es envalentonarse. Se dice fácil, pero hay que ver lo que en su momento fue aguantar las colas de bachaqueros y una mujer teniendo un niño en sus brazos sin posibilidad de cambiarle el pañal. Se afrontaron las dificultades de los años 18, 19, que si la arepa era de yuca, de ocumo, cómo la rellenaba; hay demasiada vocación, demasiada fuerza de futuro. Y evidentemente la inventiva, ya que mientras sufríamos los dolores, se inventaban los CLAP, el Presidente inventando el carnet de la Patria, para poder proteger al pueblo, Cerrando ese anillo, con respecto a lo que nos hace falta, lo organizativo, el presidente convoca al segundo capítulo del Congreso Histórico, es decir, tenemos líder, tenemos pueblo, tenemos programa, vamos a la organización y eso nos dará un marco Infranqueable para lo que corresponde desde el 2025 en adelante.
–¿Y el 10 de enero?
–Ese será un día de fiesta nacional, será un día hermoso para la República, es un día donde después de años de guerra, reelegimos y se juramenta como pueblo al presidente Nicolás Maduro. Lo que va a pasar el 10 de enero es que se abren las grandes alamedas para construir el futuro.